Sin lugar a dudas, 2022 ha sido un año de avance hacia la estabilización del consumo fuera del hogar, que ha conseguido crecer un 14% con respecto al año anterior, al recuperar parte de lo que el consumo dentro del hogar había tomado prestado durante la pandemia.
En cuanto al valor de las bebidas frías fuera de casa en particular, en 2022 este porcentaje ha aumentado en un 13,3% en comparación con 2021.
Nuestras preferencias de consumo para bebidas frías han cambiado: ahora están más concentradas en los momentos principales, lo que nos lleva a un set competitivo diferente.
Cada ocasión de consumo se ha vuelto más valiosa, ya que, en esa vuelta a la nueva normalidad, hay factores que impactan. Más de la mitad de los actos que no estamos recuperando están relacionados con el trabajo y las ocasiones no planificadas; por ejemplo, si ahora tenemos menos reuniones presenciales, hay ingestas que antes se producían a la entrada o salida de esas reuniones que ahora no se están realizando.
Eso nos lleva a una mayor concentración en los momentos principales: el 40% de las ingestas de bebidas las hacemos en comidas y cenas −un 5% más que en 2019. En el lado opuesto de la balanza tenemos los momentos de después de la cena, que son los que peor se han recuperado, mientras que las bebidas con alcohol han salido de su core, buscando en el aperitivo y el tardeo una vía para crecer.
Todas las bebidas han atraído compradores versus el año pasado, pero la que ha ganado espacio ha sido el vino, que, apalancado en las comidas del mediodía, ha sumado tres puntos. De hecho, el vino ha ganado espacio tanto en momentos diurnos como en los nocturnos, así como la ginebra y el whisky como combinados en el día.
El set de bebidas cambia también con la edad e incluso los jóvenes de ahora son diferentes a los de hace cuatro años. Los jóvenes consumen menos cerveza y espirituosas y más refrescos sin azúcar y sin gas que antes; los menores de 34 años dedican menos de sus ocasiones al momento de después de cenar, donde las espirituosas están más posicionadas.
Impacto de la innovación en el sector
El de las bebidas frías es un sector muy activo que constantemente está lanzando innovaciones, tales como ciders, pre-mixers, hard seltzers, spirits 0,0… Según los datos aportados por Worldpanel, las innovaciones en el sector bebidas han alcanzado en 2022 a un 4,4% de los individuos y han supuesto un 0,4% del valor de la categoría fuera del hogar. Asimismo, se posicionan en un perfil adulto (más de 50 años), más femenino (68%) y han conseguido tener presencia en nuevos momentos de consumo, al posicionarse en las ocasiones de antes de cenar. Un 80% de estas ocasiones han tenido lugar en la restauración independiente, que parece dar cabida a estas innovaciones con el ánimo de satisfacer las demandas de los consumidores.
También en el canal organizado podemos encontrar oportunidades de desarrollo, donde los refrescos y las bebidas espirituosas han ganado relevancia en detrimento de las cervezas.
Las categorías que quieran crecer deberán adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores, que son muy diversos y diferentes a los de antes de la pandemia, y, por lo tanto, deberemos segmentarlos para trabajar cada nicho. Será asimismo necesario detectar momentos de consumo en desarrollo y que tienen sets competitivos diferentes, así como nuevos canales de consumo.