En 2025, si bien los indicadores macroeconómicos de América Latina muestran signos de estabilidad —con una inflación a la baja, un crecimiento moderado del PIB y una tasa de desempleo constante, según el Fondo Monetario Internacional—, la realidad percibida por las personas sigue marcada por las incertidumbres y las presiones cotidianas.
Es en este contexto que el estudio Pressure Groups Latam 2025 va más allá de los números para entender cómo la percepción de la situación financiera influye en las decisiones de compra. En un panorama complejo y multifacético, las marcas y los minoristas deben actuar con más precisión que nunca.
Tres perfiles, tres formas de vivir la economía en América Latina
La base del estudio es una segmentación de la población en tres perfiles financieros: los Comfortable, consumidores que se sienten tranquilos con sus finanzas y dicen que pueden comprar todo o casi todo lo que quieran; los Managing, que necesitan controlar el presupuesto cuidadosamente, pero aún así mantener cierta estabilidad; y los Struggling, que viven bajo una fuerte presión económica, teniendo dificultades incluso para cubrir las necesidades básicas.
Esta segmentación nos permite comprender cómo la presión económica afecta el consumo de manera diferente, con impactos directos en los canales preferidos, los tipos de productos y el nivel de lealtad a la marca. En 2025, hay un ligero avance en el segmento Comfortable y una reducción en Struggling, lo que apunta a una posible recuperación. Sin embargo, el grupo intermedio, Managing, sigue siendo la mayoría, lo que refuerza la necesidad de estrategias que equilibren el valor, el acceso y la relevancia.
El estudio muestra que los compradores en general demuestran un comportamiento cada vez más racional y selectivo. Fijémonos en México, donde muchos buscan promociones, ofertas y oportunidades para optimizar su compra (69%). En el otro extremo, también recurren a medidas más drásticas, como eliminar productos de la cesta o sustituir las marcas tradicionales por opciones más económicas (50%).
Preocupaciones en 2025: más allá de la economía
La presión financiera no es la única preocupación del consumidor latinoamericano. Los problemas sociales, como la salud y la seguridad, también se encuentran entre las principales afecciones declaradas. Y en 2025 aparece en el radar una nueva variable: el impacto del nuevo gobierno estadounidense, con el regreso de Donald Trump a la presidencia.
En países como México, Centroamérica y Panamá están preocupados por los posibles efectos del nuevo mandato, especialmente por el envío de remesas, una fuente fundamental de ingresos para millones de familias. En México, por ejemplo, las remesas representan alrededor del 4.5% del PIB y podrían impactar la economía.
Entender el contexto de vida del consumidor es fundamental para crear estrategias que sean realmente efectivas. Las marcas y los minoristas que se posicionen como socios, ofreciendo soluciones accesibles y comunicación relevante, tendrán más posibilidades de construir relaciones duraderas.
Accede al informe y vea cómo su marca puede evolucionar junto con el nuevo comportamiento de los consumidores.