Las principales preocupaciones de los consumidores argentinos son hacer rendir el presupuesto frente a los aumentos de precio (50%), incrementar los ingresos (24%), pagar deudas y poder comprar alimentos (21% en ambos casos). Para resolver la economía doméstica, las estrategias más utilizadas siguen siendo la búsqueda de promociones (65%), la resignación de ciertas marcas o productos (45%) y el ahorro (27%).
En paralelo, un tercio del total de los hogares dice estar en una peor situación financiera que hace un año, pero continúan las expectativas de crecimiento: un 42 % cree que mejorará en los próximos doce meses.
Repunte en los primeros meses del año en consumo masivo argentino
A pesar de las dificultades del contexto económico, la estabilidad en los precios comienza a generar un escenario más favorable para el consumo masivo. La canasta mostró signos positivos luego de 4 trimestres consecutivos de caída: tras un 2024 marcado por la retracción del consumo y el ajuste generalizado en las compras, los primeros meses del 2025 marcan un ligero pero significativo cambio de tendencia en el comportamiento de los hogares argentinos.
Esta mejora se debe a que los shoppers argentinos están regresando a las categorías, aunque aún ajustan sus viajes y las cantidades adquiridas en comparación con el año pasado. En este contexto, observamos que 7 de cada 10 categorías han recuperado compradores, lo que ha impulsado la recuperación del consumo masivo en Argentina.
La tendencia de la fragmentación
La recuperación no es homogénea. En esta ligera recuperación de los primeros meses de 2025, el consumo sigue mostrando una fragmentación por nivel socioeconómico: mientras los sectores medios y altos son los que traccionan la recuperación, los hogares de menores ingresos todavía no registran este repunte: En el primer trimestre, los hogares del nivel socioeconómico bajo superior y bajo inferior registraron menos viajes de compra (5% y 2% respectivamente).
De esta manera, el consumo argentino se sigue dibujando entre contrastes: recuperación variable, nuevos hábitos y una sostenida esperanza de que vendrán tiempos mejores.
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