Según nuestro nuevo informe Perspectivas del Consumidor, que ahonda en la confianza de los consumidores en el primer trimestre de 2023, nueve de cada diez españoles ocupados confían en que no se quedarán sin trabajo. Aun así, un 41% de la población cree que la actitud más inteligente en este momento es reducir su nivel de consumo por el azote de la inflación.
La percepción sobre el empleo coincide con la realidad, ya que precisamente el paro descendió en 48.755 personas el pasado marzo. Esto supone la mayor bajada porcentual en un mes de marzo desde el año 2002.
Esta situación ha influido en que, a pesar de la pérdida de poder adquisitivo, los encuestados creen que será posible adaptarse a la situación económica actual. No obstante, esa adaptación también pasa por contener los presupuestos domésticos.
Sin sensación de riesgo, pero sí con preocupación por el tema laboral
Aunque los datos sobre la confianza en la estabilidad personal del puesto de trabajo hayan tenido un crecimiento positivo, la preocupación por el tema laboral como algo general sigue siendo elevada. Así, 4 de cada 10 españoles creen que aumentará el número de desempleados.
Esta opinión sobre el empleo influye en la opinión sobre los ingresos. Tanto es así que dos tercios de los consumidores piensan que se mantendrán. Por su parte, un 20% tiene dudas al respecto.
Las grandes compras, para tiempos mejores
El informe remarca que la valoración de la situación económica de los hogares se ha mantenido estable, mientras que las grandes compras (coche, vivienda, reformas…) se han debilitado por efecto de la inflación, ya que la mayoría ha optado por posponerlas.
En definitiva, nos encontramos ante un consumidor con un poder adquisitivo reducido por la inflación, pero con la flexibilidad suficiente para gestionar la situación y con confianza en que mantendrá su empleo, aunque sus percepciones macroeconómicas en materia laboral no sean positivas.
Lo que pueden hacer las marcas
Y ante esta situación, ¿qué pueden hacer las marcas para conectar con los consumidores? Las estrategias de fijación de precios o las acciones de comunicación que busquen la complicidad de los compradores o les faciliten encontrar formas de “alivio” ante las presiones presupuestarias pueden ayudar a las marcas a conectar con los consumidores en este contexto, donde las decisiones de compra tienen un importante componente pragmático.