Una de las caras más difíciles de la inflación es la que provoca la pérdida del poder adquisitivo. En los tiempos de crisis, se prioriza la canasta FMCG. La proporción del gasto de los hogares latinoamericanos con bienes de consumo de masa en 2021 fue de 37%, comparado a un 34% en 2020. Si consideramos hogares con niños, este número sube para 41%.
En Chile y Bolivia, que mostraron un crecimiento continuo de la canasta desde el inicio de la pandemia, la inflación provocó fuertes caídas en el consumo. Por otro lado, Brasil, que venía reduciendo el consumo, muestra una leve recuperación, lo que puede ser señal de un traslado cauteloso de la inflación a la renta para evitar tensiones sociales. Finalmente, México y Perú lo están haciendo mejor; queda por ver si este crecimiento será sostenible.
Omnicanal: la nueva actitud del shopper
Para hacer frente a este contexto, además de reducir el volumen, cuya intensidad depende mucho del contexto macroeconómico de cada país, la principal estrategia del shopper para mantener un nivel de consumo similar sin comprometer los presupuestos es aumentar la cantidad de canales visitados.
En promedio, los consumidores agregaron 1 canal a sus opciones de compra en comparación con un año antes. Y tanto los niveles socioeconómicos alto como el bajo aumentaron la cantidad de canales visitados en un 10 % desde el primer golpe de la pandemia.
Además, el período inflacionario impulsó una caída en la frecuencia con la que acudimos a los canales y en el costo de las compras. Cada viaje de compra cuenta porque ocurre con menos asiduidad y cuesta menos.
Es crucial entender cómo se desarrolla la tendencia omnicanal para aprovechar la oportunidad que representa este grupo de consumidores. Habla con nuestros expertos para comprender como tu marca se ubica en este contexto.