A más de 100 días de la llegada del Coronavirus a Centroamérica, la mayoría de los sectores se han visto afectados por el golpe económico que ha desatado el COVID-19 alrededor del mundo. A pesar de esto, el sector de consumo masivo se ha visto beneficiado y muchas empresas afirman que, en estos tiempos de crisis para unos, ha sido de crecimiento para sus negocios.
Durante el confinamiento (entre los meses de marzo y junio de 2020) la canasta de consumo masivo incrementó 12% en valor con respecto al mismo periodo del 2019, los hogares centroamericanos han incrementado su gasto en alimentos, lácteos y productos para la limpieza del hogar por parte de los compradores centroamericanos.
La dinámica de compra cambió durante el periodo de aislamiento voluntario, las familias buscaron salir lo menos posible para evitar el contagio por lo que aprovecharon al máximo los viajes de compra, para abastecerse llevando más artículos por viajes, principalmente categorías básicas y necesarias en sus carritos de compra, y dejando de lado las categorías prescindibles.
En el consumo masivo encontramos cuatro formas en las que las categorías se desarrollan durante el encierro. Están las que han crecido a través de un verdadero aumento en la demanda relacionada al COVID-19, que se refieren principalmente a la higiene, como lo son cloro, jabón de tocador, limpiadores de superficies, las cuales se desarrollaron en valor.
Está el grupo de categorías que son las que se han beneficiado de las ocasiones al transferirse el consumo fuera del hogar al hogar, lo que quiere decir que al estar más en casa sale a la luz los dotes de cocineros del shopper, estas son principalmente son del sector de alimentos y bebidas, como leche condensada, harina de maíz, harina de trigo y margarinas.
Otro grupo de productos de consumo masivo que se desarrollan en cuarentena son las categorías de almacenamiento, en las que los productos tienden a tener una larga caducidad y siguen siendo esenciales, como atún, sardinas, arroz, frijoles, aceite y pasta.
“Las categorías que se han visto afectadas, justamente por estar tanto tiempo en casa, son las que han visto una pausa o una reducción en el uso, como son las relacionadas con la belleza y el cuidado personal. Ha disminuido su consumo y por ende, su compra, como son maquillaje, fragancias, productos para el cabello como tratamientos, gel, cremas de peinar, por lo general estas categorías son las que son prescindibles para el shopper y se vuelven un “gustito” que no están satisfaciendo actualmente los hogares centroamericanos”, comentó Vivian Gálvez, Gerente General de CAM de la División Worldpanel de Kantar.